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Un país en paz para retornar”: la petición de colombianos exiliados por la violencia

Diez testimonios de nacionales que salieron del país a causa del conflicto armado fueron escuchados por la Comisión de la Verdad. De igual forma, exiliados en Reino Unido enviaron diez peticiones al Estado colombiano. Entre ellas la implementación a cabalidad del Acuerdo de Paz y el desmonte del Esmad.


Por fuera de Colombia hay una Colombia que lleva décadas siendo invisilibizada. Desde finales de los años 60 a hoy, la violencia ha exiliado a casi medio millón de colombianos. Sin contar aquellos que huyeron sin pedir refugio, de un día para otro, sin ayuda y desarraigados de su tierra. Los testimonios de esta otra Colombia, en al menos 23 países, fueron escuchados por la Comisión de la Verdad en el encuentro “El retorno de nuestras voces”.


En total fueron 10 relatos de las casi 1.200 historias de exilio que ha recopilado la Comisión de la Verdad. Entre ellos se logró evidenciar la diversidad de poblaciones que fueron víctimas del conflicto y debieron salir de su territorio. Hablaron defensores de derechos humanos, miembros de la Fuerza Pública, mujeres campesinas y afrodescendientes, así como líderes indígenas, activistas políticos y negociadores de paz. Todos ellos coincidieron en su apoyo al Acuerdo de Paz, firmado por el Estado colombiano y la antigua guerrilla de las Farc.


A este llamado se unieron los exiliados que enviaron una carta dirigida al pueblo colombiano, al Estado y gobierno en la que aseguran: “La paz es un derecho inalienable y toda la sociedad tiene derecho a disfrutarla y exigirla. La Colombia que queremos para un retorno con dignidad, tiene que ser un país en paz, donde se respeten nuestras libertades y donde se nos puedan restituir los derechos arrebatados”.


De igual forma, hicieron diez solicitudes específicas al Estado. Entre ellas el desmonte del Esmad, la implementación a cabalidad del Acuerdo de Paz, el desmonte efectivo del paramilitarismo y, dijeron, que sea revelada la verdad sobre sus vínculos con sectores económicos, agentes del estado y políticos. Asimismo, hicieron un llamado a reconocer la competencia del Comité contra las Desapariciones Forzadas, establecido por la Convención Internacional de las Naciones Unidas para la protección de las personas contra las desapariciones forzadas. “Somos la Colombia fuera de Colombia, y exigimos que se escuche nuestra verdad”, concluyen.


También en su exilio en Europa, Erik Arellana Bautista, uno de los 10 exiliados que relató su historia, revivió por medio de versos cómo fue salir de Colombia. “¿De dónde vienen los escritores que huyen de las tumbas y de las balas?", decía uno de los poemas que leyó y que tomaron el lugar de un monólogo o discurso. Erick es poeta, fotógrafo, periodista y salió del país por culpa de la violencia. A Erick le desaparecieron a su madre, Nydia Érika Bautista, y por defender los derechos humanos y emprender una búsqueda por la verdad, tuvo que huir de Colombia. La lectura de sus poemas, aseguró, fue una reivindicación para las personas que fueron desaparecidas.





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